Cuando una lleva tiempo, pero mucho tiempo, sin apoyo y sin motivación, llega a asumir que eso es lo normal y sobrevive cada día, que no es poco.
Pero, si de repente se hace la luz y ve que estaba en lo cierto, que su camino no estaba equivocado, que por fin tiene lo que le faltaba... entonces una recuerda por qué decidió dedicarse a esto.
¡¡¡Qué gusto, madre mía!!!
La derivada racista de la DANA
Há uma semana
5 comentários:
Menos mal que la penúltima frase permite suponer que habla usted del terreno laboral...
Enhorabuena, en cualquier caso.
Luego, amiga Filla, llega el momento mágico en que ya ve la jubilación tan cerca que encuentra unn placer de dejarse morir (laboralmente hablando, claro).
Uy! Que bien lo has dicho.
Me alegro del final. ;-)
Por la última frase entiendo, que tienes una enooooooooooooorme felicidad interior, y no sabes lo que me gusta, que la gente, en este caso tú, se sienta asi.
Así que mira, ya me has contagiado un poco de tu optimismo...
¡¡¡Qué gusto!!!,je,je
Moitos bicos.
A moza de raias
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