quarta-feira, 22 de abril de 2015

Barbarie


Podría ser mi hijo o mi sobrina, o mi sobrino pequeño.
O el hijo de mi amiga Ángela, o el de Ana, o alguno de los de Lucía. Tal vez la hija de Carlos o los de  Carmen… Cualquiera de ellos, si la vida no hubiese sido como fue, podría ir en ese barco.

Y tal y como ha ido la vida, es posible que sus hermanos, o sus padres, o aquellos que cuidaron de ellos, de nuestros hijos, hasta que ya no pudieron más, hasta que el hambre, la necesidad y la falta absoluta de recursos los obligó a dejarlos marchar, hayan ido en ese barco.

Tal vez ahora estén en tierra firme, con la esperanza llenando su estómago, convencidos de que lo peor ya ha pasado. O tal vez no, y sus cuerpos se estén hundiendo poco a poco junto a los de todos aquellos que no consiguieron llegar.

Cruzamos ese mar para cumplir nuestro deseo de ser padres. De regreso, nuestros hijos cambiaron de categoría y se convirtieron en ciudadanos de primera. Pero son los mismos. Y nosotros también.

Cuando veo a toda esa gente, veo a mi hijo y pienso, sobre todo, en su madre, en su otra madre.

Si dios existe, no nos va a perdonar esta barbarie.

quarta-feira, 8 de abril de 2015

Sefiña

Unas manos rosadas, enormes, duras de trabajar un día tras otro, sin descanso. Tan duras como tiernas cuando te daba aquellos abrazos inmensos. Estar sentada en su colo* era como sentirse fuera de todo peligro, amparada por aquel pecho que era como un castillo.

Me enseñó a no tenerles miedo ni a las vacas, ni a los puchos*. Me hizo madrina de Marela y dueña honorífica de Nuca. Puso la naturaleza a mi alcance y me metió la tierra, mi tierra, en el alma. Me hizo amar el origen de lo que soy y de donde vengo.

La felicidad de mi infancia la recuerdo alrededor de su falda y de sus calderetas de leche caliente.

Hay personas que una cree que nunca se irán, porque son como pilares sobre los que el mundo se sustenta. Pero se van, como nos iremos todos.

Era demasiado joven y le quedaba demasiada vida por delante.

Era, como su madre, una Mujer con mayúscula.


*colo: regazo
*pucho: ternero