recuerda doblar la esquina y no mirar atrás. Aprieta el paso, como si tuvieras prisa, y camina, sin más.
Para que no te cueste, no olvides que esto no es un final.
Para sobrevivirlo, solo tienes que seguir respirando.
La derivada racista de la DANA
Há uma semana
6 comentários:
Es muy difícil.
Aunque supongo que tenemos suerte de sentirlo, y de sentirlo nosotros y no ellos. Imagínate que fuese al revés.
No es fácil, desde luego, pero estoy convencida de que en la mayoría de las ocasiones lo hacemos más difícil todavía.
Deberíamos de ser conscientes, más a menudo, de que somos responsables de nuestras decisiones, de nuestras vidas, de que, al fin y al cabo, eso es lo que hemos elegido, y valorar y disfrutar esa elección.
Solo así, creo, conseguiremos que a ellos tampoco les duela.
Bueno, está claro que nos contamos entre nuestros peores enemigos, la mayoría :)
¿Quién? ¿Cómo? ¿Dónde?
Parezco el Xacobeo.
Ánimo, M.
No te creas, anónimo, que estoy muy animada, hoy. Con este solazo!!!
Pero gracias.
Él solo el sol nos vuelve menos solos.
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