Me muevo despacito, despacito, en contra de mi propia naturaleza que ha sido siempre la impaciencia.
Me muevo despacito y en silencio, para poder escucharme aunque no me diga nada.
Me miro desde fuera, desde lejos. Hacía mucho tiempo que no me veía así, como una extraña.
Según mi agenda, García Márquez dijo que "nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa".
La derivada racista de la DANA
Há 2 semanas
5 comentários:
Una foto preciosa, ya lo creo.
Un abrazo
Muchas gracias, José Luis.
Que te guste a ti es un honor.
un beso.
sabio el Marquez, ya lo creo.
Saludos
Parece que con este tiempo a muchos inunda la melancolía! Ánimo!
Me temo que no es cosa del tiempo :-)
Muchas gracias.
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