La vuelta al trabajo ha sido dura: madrugones a las 5 y media de la mañana, jornadas laborales de más de 10 horas y después, para recuperar lo perdido, una hora de gimnasio (he descubierto el bodycombat y me encanta!!!).
A pesar de lo que pueda parecer, ha sido una semana buena, muy buena. Incluso la ausencia de Cibrán la he vivido de un modo bastante constructivo y nuestra conversación telefónica diaria me ha dejado contenta. Y a él también.
Pero esta semana ha sido, sobre todo, musical.
Ayer descubrí estas dos canciones: señales de la vida.
Y ahora, acabo de descubrir esta otra, que no conocía.
Este año, en unos días, se cumplen seis años desde que me separé del padre de Cibrán.
Él está casado desde hace tiempo. Hasta ahí las coincidencias. El resto, por suerte, no se cumple. Pero me ha hecho gracia al escucharla.
La derivada racista de la DANA
Há um dia
7 comentários:
Me alegro de leerte (creo) más animada. ¿O las canciones lo desmienten?
Feliz vuelta a la rutina... el año que viene, más.
http://madredemarte.wordpress.com/
Las canciones lo confirman.
Un beso :-)
Las canciones lo confirman.
Un beso :-)
jo... las canciones no tienen desperdicio....:)
El regreso se me está haciendo este duro.
Yo cierro los ojos y pienso que aún estoy en otro sitio.
Un beso
PD: Queda pendiente ese café, eh??...
Volver al trabajo, ¡fiu!, ya estoy felizmente exento de eso. Termino un paquete de libros en las vacaciones para hacerme con otro paquete en el regreso.
ero me acuerdo de una sensación de cabreo con la vida. Luego se pasa, claro.
Besos
estás bien??... A veces, sin darnos cuenta, asociamos el silencio a un estado negativo... Cómo si no fuera hermoso hablar hacia adentro :)
Besos
No veo el momento de encontrarme en tu situación, NáN. Qué envidia más insana...
Estoy, Fá, que ya es algo :-)
Un beso a los dos (bueno, uno para cada uno).
Postar um comentário