Febrero es un mes raro, a caballo entre la Navidad y mi
cumpleaños. Donde parece que el invierno quiere alejarse sin que la primavera
tenga todavía interés por llegar.
Me recuerda a mi época de estudiante universitaria, a los
exámenes, a los nervios, al tiempo perdido absurdamente entre octubre y diciembre.
Me recuerda a mi abuela, a los freixós y a sus dedos
dándoles vuelta en la sartén, sin protección alguna. Y la echo de menos.
3 comentários:
En España me gustaba febrero porque ya anunciaba la primavera. En estos lares, como podrás imaginarte, febrero es el mes más frío y la primavera no llega hasta abril. ¡Abajo febrero! ¡Abolición!
Igual abolirlo resulta demasiado pero que solo exista acada 4 años, por ejemplo, como el día 29... Estaría bien.
Si por lo menos nevase, Martes, tendría su gracia :-)
Menos mal que ten algúns netos, que non netas, que seguiron coa súa tradición freixoeira!
Postar um comentário