Trabajo en una empresa pequeña, dedicada en cuerpo y alma al sector naval (que es uno de los motores de la comarca en la que vivo).
El trabajo no es demasiado apasionante, pero a veces nos brinda momentos de absoluto desternille.
He aquí una selección de frases gracias a las cuales nos hemos carcajeado a gusto en la oficina:
Una compañera llama a un proveedor para hablar con una persona determinada y le responden:
"No te lo puedo pasar, lo tengo desayunando"
Llamamos a la sección de fabricación de un proveedor para consultar la fecha de entrega de un pedido y nos dicen:
"¿Puedes llamar más tarde? Es que estamos en la hora del bocadillo"
Intentando solucionar un problema con un transporte, una de mis compañeras solicita saber con quién está hablando y:
"Lo siento mucho, pero no me permiten dar mi nombre"
Preguntamos por el Comercial que trabaja en nuestra zona:
"Pues ahora que me preguntas por él... hace mucho que no lo veo"
Aquí, mi compañera, intentado que un cliente pague lo que debe:
"Quédate con mi nombre, a partir de ahora voy a ser tu peor pesadilla"
Y esta es, para mí, la mejor. Es de uno de los nuestros, una joya:
"Voy a anular la reunión, que hoy no me siento creativo"
La derivada racista de la DANA
Há um dia
11 comentários:
Se ve que esa persona volvió tan flaca de las vacaciones que la tienen desayunando todo el día. Pobriña persona.
¡Pero vamos a ver! ¿Qué recepcionistas tenéis por esa zona? Solo faltaba una respuesta tipo, "Huy, ahora mismo se me ha ido a mear".
Lo del Comercial, de enmarcarlo. A lo mejor ya ni trabaja allí. O incluso ha cerrado la empresa y esa señora ni se ha enterado.
Bienvenida, jaja!!
Menudas perlas...
NáN, no te vayas a creer que esas respuestas son sólo de gente de estas tierras, eh?
La del desayuno, por ejemplo, es de una empresa andaluza, y la del anonimato obligado de una madrileña.
Pero ayer, justo antes de echar el cierre, una de mis compañeras tuvo otra memorable. Estuvo toda la mañana tratando de contactar con la responsable financiera de uno de nuestros clientes, sin conseguirlo y, en su último intento esta fue su respuesta antes de despedirse (muy amablemente, eh? que conste):
"Mire, señorita, si resulta que María Cristina ha entrado hoy a las ocho, se ha ido a la una y mañana no sabe usted si llegará antes de las nueve... Eso no es horario flexible, eso es la hostia!"
Muchas gracias, Carolaine. Menos mal que tenemos estas cosas...
Tú también estás de vuelta, no?
Buenos días!!!
Sí, pero en casa, bueno, ya sabes...
Un abrazo grande.
Otra, otra!
A gritos, de un despacho a otro:
- M?! QUE ME HA ENTRADO UN TROYANO!!
- ...pues llama a los espartanos...
Pero tú dónde trabajas, mujer?
Esto es un no parar, oiga...
Por supuesto. España entera promueve el hablar y escribir mal, sin distinción de raza, sexo, edad, orientación sexual...
Una recepcionista (ya que estamos cargando las tintas con ellas) de una importante empresa, de aquí de Madrid, cuando tenía que decirle a un mensajero que era urgente, decía ipso-flauto.
Uy! Nán, de esas tengo yo... buf! para aburrir.
Uno de mis jefes (un señor con su título universitario, no se vaya usted a creer, eh? y de la edad de mi padre) tiene algunas bien bonitas:
- (...) y si lo ponemos así podemos llevarlo en bolainas.
- (...) aquí unos por otros y la manga sin hacer.
- Eso ya es harina de otro costado.
Es que tiene razón: tanta gente y el Mar Menor sin su manga.
Bueno, bueno, chica, ¿ahora te vas a montar un chou a lo Gila?
No, no Mister, si no soy yo, son estos que no veas cómo me tienen... contenta!
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