Qué sobado está el tema de la conciliación y la igualdad;
qué gastado… Sin que se llegue a ninguna solución real. Todo son parches, “postureo”,
medidas estéticas para que parezca “que…” cuando en realidad ni de coña nos
acercamos a nada mínimamente razonable.
Asisto (estupefacta y moralmente agotada) a una conversación
entre mis compañeros de trabajo (todos menores de 40 años): afirman que es verdad, que las mujeres, en
cuanto tienen hijos… pues eso, que laboralmente…
Apuntillo (al borde del desfallecimiento) que los hijos no
los tenemos solo las mujeres. Que, por desgracia, todavía no hemos conseguido
evolucionar hasta el hermafroditismo, para que cada uno se reproduzca bajo su
absoluta y única responsabilidad.
Qué absurdo desgaste de energía. Es como predicar en el desierto.
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Es llamativo lo diferentes que
podemos llegar a ser; las tan diferentes maneras que tenemos que afrontar
nuestras responsabilidades, las más importantes, las que implican hacernos
cargos de las vidas que dependen de nosotros.
Veo padres y madres que sufren la marcha de sus hijos,
que se desasosiegan ante la amenazadora visión de una semana alejados de ellos.
En el otro lado de la balanza, los que hace dejación absoluta, ya no solo de su
responsabilidad, sino de la demostración del más mínimo interés.
¿Cómo coño vamos a conseguir la igualdad de derechos y
deberes? ¿Cómo vamos a pretender conciliar la vida laboral y familiar cuándo no
se comparten las responsabilidades?
Lo peor es que no pasa nada. A algunos y algunas nos cabrea,
nos molesta y (cuando tenemos ocasión) gritamos y pataleamos (normalmente sin
la más mínima consecuencia). Mientras, la vida continúa. Y machaca la culpa por haberse equivocado: un hijo se merece otra cosa.
Vi en facebook una definición
que me gustó mucho:
“Una madre soltera es como una mamá normal pero con los
huevos que le faltaron a papá.”
Esta definición
podríamos aplicársela a muchas otras madres, que lo son junto a padres de pega.
Um comentário:
Las políticas de conciliación laboral sólo sirven para que los que no tienen hijos asuman las tareas de los que sí los tienen mientras "ellos" están en el gimnasio o de marcha.
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