"Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mí para ocultar el desorden de mi naturaleza. Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuán poco me importa el tiempo ajeno."
Gabriel García Márquez, "Memoria de mis putas tristes".
4 comentários:
Hay tratados de psicología sobre el tema. Se ve que las psicopatías se manifiestan en una necesidad exacerbada de orden.
;)
Anónimo/a, no vale no firmar!!!
:-)
Qué bueno, Filla. Justo esto es lo que decimos una de mis mejores amigas y yo que estamos todo el día con el orden externo porque así aliviamos nuestro desorden interno... A mi cuadernito de frases míticas ya mismo.
Pues lo mismito me aplico :-)
Postar um comentário