Cibrán llega dormido. Hemos salido tarde de Vicedo y él lo hizo cenado y con el pijama puesto, en previsión de lo que podría pasar. (Al salir, poco antes de quedarse dormido, me dijo que estaba contento pero que le dolía un poco la garganta, por las ganas de llorar.)
Al entrar, la casa está fresca. No lo recordaba pero había dejado una ventana abierta. Se agradece la sensación a pesar de que fuera no hace mucho calor.
Las maletas se quedan en la entrada. Dejo el deshacerlas y reorganizarlo todo para mañana. Tan solo me paro a regar las plantas del patio. Hemos sufrido algunas bajas. Era de esperar.
Abro la nevera y está desierta. Mañana nos espera un duro día de aterrizaje.
3 comentários:
Feliz vuelta a la cotidianedad. Espero que hayáis cargado pilas hasta la próxima.
http://madredemarte.wordpress.com/
Ha sido una semana inolvidable para mí, y creo que para ellos.
Os echamos de menos.
Gracias, Madre.
Las hemos cargado, desde luego. Y la próxima está cerca. He sido previsora y me he guardado una semana de vacaciones para agosto :-)
Y nosotros, Porto, también.
;-)
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