Yo, sí.
Trabajo en una fábrica, en la zona de oficinas, pero últimamente paso cierto tiempo en el taller, cuya plantilla está compuesta únicamente por hombres, jóvenes en general.
¿Alguna vez han paseado por un taller lleno de hombres (jóvenes) trabajando, realizando actividades que requieren de cierto esfuerzo físico?
¿Se han dado cuenta del atractivo que tiene?
Supongo que esto está íntimamente ligado a nuestros instintos más básicos, a nuestra parte animal: la búsqueda del macho fuerte que esté bien dotado para alimentar a su prole y todas esas cosas, pero no deja de sorprenderme.
Seguiré investigando...
(Así mejor, madre mía qué culo!)
(Así mejor, madre mía qué culo!)
27 comentários:
Señoras, el cuerpo de bomberos es nuestra salvación. Busquen, busquen...
¿Y esa cara de malo maloso?
Es chula, verdad?
(Los hay más guapos. Pero este me pareció bien.)
Bah. Muy de malo, ya le digo.
Si es que son ustedes tan superficiales...
A ver si aprenden de nosotros, que lejos de dejarnos impresionar por un físico, por deslumbrante que sea, hasta que conocemos bien las cualidades importantes de una persona (su carácter, sus inquietudes, su inteligencia, sus sentimientos, su humor...) nos abstenemos de opinar.
Debería darles vergüenza.
Investigue, por favor. Y luego cuente.
Tiene razón, Sr. Portorosa, semos unas superficiales.
Palabra de verificaçao: glubs!
LLS.
Tiene usted razón.
Ha visto a este?
ainnnn...rubios no!. Mejor este http://img108.imageshack.us/i/jaredps07oh3.jpg/ o este http://estaticos.20minutos.es/img/2006/11/03/526276.jpg
El primero un insulso, como ya le he dicho más veces. No hay más que verle la mirada.
Y el segundo, anónima, no la deja en muy buen lugar. A usted o a sus instintos... ¿Pero qué les pasa a ustedes con la suciedad y la grasa? ¿Por qué esa querencia por la rudeza y luego ponen el grito en el cielo por una taza? ¡Aclárense!
No esperaba menos de usted, Sr. Portorosa.;)
Propónganos algo que merezca la pena, por favor.
¿Un tío, quiere decir?
Sí, hoy mejor sí. Mañana Dios dirá...
Uy, no sé si sabré.
No me malinterprete: no tengo ningún problema para decir si un hombre es guapo o feo, pero tanto como proponerles a ustedes un ejemplo...
A ver si encuentro algo que sea más de mi estilo, esperen (sentadas).
Por una taza?
Qué taza?
Portorosa, pero no ve usted que es una cuestión biológica, puro instinto animal?
Es cómo la querencia masculina hacia las enfermeras, por poner un ejemplo.
Ohhhhhhhhh..me ha decepcionado...esperaremos pues.
Una taza sucia. Yo qué sé, eso dicen mis compañeros...
Ya, si ya lo sé. Por eso mis ejemplos no les van a valer, porque van a resultar poco sexuales, creo yo.
Pero ya les aclaro que para mí el guapo más guapo ha sido Paul Newman. Y que por ahí van a ir los tiros.
Mientras esté semidesnudo y sudoroso...
¿A dónde decís que hay que ir a quemar papeleras?
Vente por aquí. Ya verás qué bien!
Hola guapa, qué gusto verte.
A estos hombres ni falta que les hace hablar. Es más, no queremos que digan nada. Yo personalmente prefiero suciedad en la mirada.
Aquí dejo yo mi granito de arena:
http://laazoteadegaps.files.wordpress.com/2009/07/absolut-vozka1.jpg
Gracias.
Yo personalmente prefiero suciedad en la mirada.
Joder, estáis fatal; parecéis nosotros.
Tenéis, al final, un lado oscuro que no deja de sorprenderme. Por lo generalizado, más que nada.
De verdad creéis que en este tema somos tan distintos?
Yo creo que no. Puede que lo afrontemos de formas diferentes, que estén más marcadas ciertas tendencias en unos que en otras (y viceversa), pero cada día estoy más convencida de que nos parecemos mucho, en este tema, que, por poner un ejemplo, también nosotras hacemos una clasificación sexual a la hora de conocer a un hombre, sea quien sea.
Ustedes, señoras, qué opinan?
Yo, aunque no soy señora, opino que sí somos distintos, pero:
- no tanto en el fondo como parece, pues parte de la diferencia estriba en la forma de exteriorizar ciertas cosas;
- cada vez menos (lo cual supongo que es bueno y malo a la vez).
En este tema somos iguales, pero distintos al mismo tiempo. Ejemplo:
Chica conoce chico. Se fija en su culo, en su boca, en sus ojos y en su voz, y si es muy atractivo ya se está imaginando un encuentro sexual increíble. Él comienza a hablar y puede que lo que tiene en su cabeza resulte mucho más atractivo que su aspecto físico y entonces éste forma ya parte de un segundo plano (o casi paralelo, lo que hace a este chico prácticamente irresistible).
El chico por su parte mide con precisión el físico de la chica: se fija en sus tetas y en su culo. Cuando la chica comienza a hablar, él sigue viendo tetas. Aunque la chica esté exponiendo la solución para erradicar el hambre en el mundo, el chico sigue viendo tetas (o un culo). Y de paso imaginándose alguna escena tórrida, de ahí la sonrisa ocasional, que puede tomarse como interés por el discurso de la chica pero que no lo es.
Creo que me equivoco poco. ¿no?
Bueno, me quedó la otra parte.
En el caso de que la sinapsis neuronal del chico sea como intentar encender un mechero sin piedra, entonces su físico comienza a perder interés. Aunque si está muy bueno se puede hacer un esfuerzo por continuar la conversación y alegrarnos un poco la vista. Y llegados a este punto, ni falta que hace que diga nada.
Si las neuronas que fallan son las de la chica, entonces el chico está de suerte. O por lo menos eso creerá él.
No sé si se pueden dar más casos, pero básicamente es así.
A los hombres os sorprende que haya algunas mujeres que hablen abiertamente acerca de su sexualidad porque se supone que el recato forma parte de la decencia de una mujer.
Me río.
Un saludo.
La palabra es "fornic" (¡!). No tengo más que añadir.
A veces da la impresión de que el bicho verificador este piensa, verdad?
Yo me pregunto si las mujeres hemos cambiado tanto como parece. Aunque bueno, si me comparo con mi abuela, la verdad es que la diferencia es básicamente de formas, pero no de fondo.
Sí, por lo que veo en la mayoría de los casos la diferencia está en las formas.
Hoy vino una señoriña a la clínica, de 84 años, con la empuñadura de su bastón labrada en plata. El motivo era un cunnilingus. Me resultó chocante, la verdad.
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