Ese clic en la cabeza es como un flash que ilimina la estancia y revela lo que ya estaba allí dispuesto: en este caso los cambios que estarían por llegar. Si todo lo que se revela en la bola de cristal no es más que una imaginación del futuro, podemos decir que, en realidad lo que pasa es que llegamos a tal punto de conocimiento, que CLIC, sabemos que no vamos a encajar en el futuro imaginado que el deseo me está revelando.
Por eso creo que el proceso, mas que de desconocimiento, es de reconocimiento de los errores de proyección que hemos hecho sobre el futuro durante tanto tiempo.
Y sí, es triste. Es triste darse cuenta de que vivimos proyectando y que nos equivocamos. Y si además llegamos a pensar que siempre ocurre así, que siempre es proyección, puede acabar siendo melancolía.
Al final creo que tener éxito en el amor tiene que ver con la maestría en el arte de de compartir las ilusiones.
Buenos días: No creo que sea triste, Porto. A lo largo de la vida cometemos errores día a día. No tenemos una varita mágica ni nada que nos diga que todo va a salir bien.
Lo mejor, es saber decir, hasta aquí hemos llegado y llevarlo a cabo con lo duro que puede llegar a ser. Los que actuan así, les admiro. La mayoría tira del carro con una tristeza infinita y eso - para cuatro días que vivimos- no merece la pena.
Besos
* Estoy de acuerdo con la última frase de taliesin, añadiendo que tiene que existir la materia prima.
Yo no creo, Luna, que eso tenga que hundirte, ni mucho menos que convertir tu vida en algo triste para siempre. Pero sí creo que, con independencia de la madurez e incluso ánimo con los que uno salga de esa situación, es triste; que darse cuenta de que aquello tan bonito se ha ido escurriendo entre los dedos hasta desaparecer (esto, fuese el pasado el resultado de proyecciones erradas o no).
¡Ay! Aclaro. No digo que no lo sea. Ese " es triste" tuyo, es una losa en toda la cabeza y sabiendo como soy, no creo que mi respuesta te sorprenda... demasiado. un beso
Supongo que puede interpretarse así la foto Porto. Sin embargo, a mí no me sugiere lo mismo. A mí me parece un hombre descansando tranquilamente después del sexo y una mujer que lo mira con dulzura.
Al verla pensé que tal vez perteneciese a una película que guardase relación con el tema de la entrada.
Filla, sácanos de dudas!!??
(A mí también me parece muy triste, claro. Y sucede realmente así, algo de repente hace clic y todo deja de ser como era.)
Me gusta mucho lo que dice Taliesin, que no es un pasado lo que negamos sino un futuro que ya no nos parece conveniente.
Lo que quería añadir es que no siempre es tan fácil. Hay veces que se quiere dejar algo porque incluye unas complicaciones y no nos sentimos con fuerzas, capacidad o deseo de hacerles frente.
En ese caso, abandonar sería algo que apuntaríamos en nuestro "debe". Porque si en general la situación nos ha gustado y nos gusta, no hacerle frente nos incapacita para ese futuro.
Me temo que la lectura que hago yo de la foto se acerca más a la de Portorosa: una mujer que se muestra ausente durante un acto que debería ser sin duda placentero y compartido. Bastante deprimente, sí.
Taliesín, me ha gustado mucho, a mí también, como lo expresas. De todos modos, estoy convencida de que es posible evitar esa sensación de caída, de pérdida. Ahora sólo me queda encontrar el cómo (creo que voy por el buen camino).
Y comparto tu idea: tener éxito en el amor tiene que ver con la maestría en el arte de compartir las ilusiones.
Y eso también, NáN, eso también. Hay esfuerzos que sin duda merecen la pena, pero a veces es una cuestión de capacidades (de falta de fuerzas); uno quiere pero no puede.
Filla, voy a decir una perogrullada, pero lo digo muy en serio.
Si evitamos la sensación de caída, no caemos; es decir no aterrizamos en la realidad. Y si evitamos la sensación de pérdida, no perdemos; es decir, seguimos enganchados.
Dicho de otra manera, el buen camino es alinearse con el inconsciente, que nos trae caída y pérdida, y no luchar contra él. Para hacer esto se requiere únicamente fe en que llegado el momento, la sabiduría del inconsciente nos sacará del atolladero.
Sinceramente, creo que ese "uno quiere pero no puede" se debe a no estar alineado con el inconsciente. La cosa es simple: si uno no puede ¿para qué querer?
Ese punto de vista taoista y junguiano (peña: está pendiente comentar lo de la trilogía de Deptford; ¿cómo?) hace que el esfuerzo se centre entender el sentido (tao) de la situación (de caída, pérdida …) más que en escapar de la situación (y su sentido) en un esfuerzo heroico. Concienciar el tao de la pérdida es ya empezar a mudar para la ganancia; entender el sentido (tao) de la caída es ya empezar a mudar hacia la ascensión.
Sería, no solo conformismo sino además resignación de la peor, de esa que lleva a decir al personal: eche o que hai ... sí, y solo sí, no fuera acompañado por el ESFUERZO de estar consciente de la situación y de estar pendiente de que el sentido se manifiesta. Y eso es sudar la gota gorda, filla: implica una tensión psicológica que no estamos acostumbrados a hacer; como occidentales, nuestros esfuerzos son heroicos en el plano externo, unicamente, pero de tensiones interiores en busca de significado, no entendemos mucho.
La posibilidad de reaccionar antes, esa capacidad de "velas vir", se produce cuando estamos perfectamente alíneados con el inconsciente, es decir, cuando estamos entrenados en fluir con las caidas, pérdidas, ascensiones y ganancias.
Ah, vale!!! Viendo la foto entera está clara la situación y coincido totalmente con vosotros. Se ve que a veces soy un poco "Heidi" interpretando situaciones ...
Muy interesantes los comentarios de Taliesín. Me gusta especialmente lo siguiente:
"Si evitamos la sensación de caída, no caemos; es decir no aterrizamos en la realidad. Y si evitamos la sensación de pérdida, no perdemos; es decir, seguimos enganchados."
Que yo interpreto como (espero no malinterpretar sus palabras) "hay que pasarlo mal, no hay otra forma, es lo que le toca. Asumir que tiene que ser así, que así será durante un tiempo, es la mejor forma de afrontarlo."
Un día miras y lo que ves no lo reconoces y, peor aún, no te gusta. Clic. Tratas de recordar lo que te gustaba de lo que ves y, asustad@, constatas que sólo son eso: recuerdos. Clic. Y entonces caes y quieres saltar de la rampa que sólo baja, pero no hay otro clic, sólo puedes bajar o saltar. Muy triste, hasta que aterrizas.
Sí, María, es lo que dices. Pero cuando hablamos de que es cosa de tiempo, no nos referimos al tiempo abstracto del cronómetro, sino al tiempo cualitativo, al kairós, que trae un significado asociado. Por eso, la cuestión de tiempo quiere decir que permanecemos preñados de ese malestar hasta dar a luz un tiempo nuevo con un sentido del vivir nuevo.
Por tanto, aceptamos que tiene que ser así, pero no gratuitamente, es decir, no se sufre por sufrir, sino porque ese sufrimiento trae sabiduría: orientación y ganas para vivir.
Joder, Taliesin! (perdón) que claro acabo de verlo al leer tu comentario.
Esta semana, se cumplen 2 años desde que me separé de mi, por aquel entonces, marido, en un momento crucial de nuestras vidas. Fue la experiencia más dura que he tenido que superar hasta el día de hoy. Caí en picado, hasta el fondo, con la sensación de que nunca, nunca, volvería a estar bien. Por suerte, inmensísima suerte, contaba con mi hijo, que tiraba de mí cada día, y con una familia y unos amigos que me hablaron muy claramente sin soltar mi mano en ningún momento.
Y así (permanecemos preñados de ese malestar hasta dar a luz un tiempo nuevo con un sentido del vivir nuevo) es exactamente como siento que ha sido el proceso de recuperación. Siento que ya no soy la misma persona, que ya no entiendo la vida igual, que ha cambiado lo más profundo de mí y que he salido reforzada sin duda y mejor, mucho mejor.
No se sufre por sufrir, sino porque ese sufrimiento trae sabiduría: orientación y ganas para vivir.
Cierto y comprobado. Y tener esto claro hace que todo sea superable.
21 comentários:
Es triste.
¿Por qué esa foto?
María
Yo no lo sé, María, pero a mí la expresión de ella (e incluso la que me imagino en él) me pega mucho con ese "clic".
Besos.
O, no sé, la expresión de ella, que no parece muy entusiasmada, mientras se deja hacer. Me parece deprimente.
Ese clic en la cabeza es como un flash que ilimina la estancia y revela lo que ya estaba allí dispuesto: en este caso los cambios que estarían por llegar. Si todo lo que se revela en la bola de cristal no es más que una imaginación del futuro, podemos decir que, en realidad lo que pasa es que llegamos a tal punto de conocimiento, que CLIC, sabemos que no vamos a encajar en el futuro imaginado que el deseo me está revelando.
Por eso creo que el proceso, mas que de desconocimiento, es de reconocimiento de los errores de proyección que hemos hecho sobre el futuro durante tanto tiempo.
Y sí, es triste. Es triste darse cuenta de que vivimos proyectando y que nos equivocamos. Y si además llegamos a pensar que siempre ocurre así, que siempre es proyección, puede acabar siendo melancolía.
Al final creo que tener éxito en el amor tiene que ver con la maestría en el arte de de compartir las ilusiones.
Buenos días:
No creo que sea triste, Porto.
A lo largo de la vida cometemos errores día a día.
No tenemos una varita mágica ni nada que nos diga que todo va a salir bien.
Lo mejor, es saber decir, hasta aquí hemos llegado y llevarlo a cabo con lo duro que puede llegar a ser.
Los que actuan así, les admiro. La mayoría tira del carro con una tristeza infinita y eso - para cuatro días que vivimos- no merece la pena.
Besos
* Estoy de acuerdo con la última frase de taliesin, añadiendo que tiene que existir la materia prima.
Yo no creo, Luna, que eso tenga que hundirte, ni mucho menos que convertir tu vida en algo triste para siempre. Pero sí creo que, con independencia de la madurez e incluso ánimo con los que uno salga de esa situación, es triste; que darse cuenta de que aquello tan bonito se ha ido escurriendo entre los dedos hasta desaparecer (esto, fuese el pasado el resultado de proyecciones erradas o no).
Besos.
¡Ay!
Aclaro.
No digo que no lo sea.
Ese " es triste" tuyo, es una losa en toda la cabeza y sabiendo como soy, no creo que mi respuesta te sorprenda... demasiado.
un beso
Supongo que puede interpretarse así la foto Porto. Sin embargo, a mí no me sugiere lo mismo. A mí me parece un hombre descansando tranquilamente después del sexo y una mujer que lo mira con dulzura.
Al verla pensé que tal vez perteneciese a una película que guardase relación con el tema de la entrada.
Filla, sácanos de dudas!!??
(A mí también me parece muy triste, claro. Y sucede realmente así, algo de repente hace clic y todo deja de ser como era.)
Besos
Maria
Me gusta mucho lo que dice Taliesin, que no es un pasado lo que negamos sino un futuro que ya no nos parece conveniente.
Lo que quería añadir es que no siempre es tan fácil. Hay veces que se quiere dejar algo porque incluye unas complicaciones y no nos sentimos con fuerzas, capacidad o deseo de hacerles frente.
En ese caso, abandonar sería algo que apuntaríamos en nuestro "debe". Porque si en general la situación nos ha gustado y nos gusta, no hacerle frente nos incapacita para ese futuro.
Por supuesto, María, faltaría más ;-)
Me temo que la lectura que hago yo de la foto se acerca más a la de Portorosa: una mujer que se muestra ausente durante un acto que debería ser sin duda placentero y compartido. Bastante deprimente, sí.
Taliesín, me ha gustado mucho, a mí también, como lo expresas. De todos modos, estoy convencida de que es posible evitar esa sensación de caída, de pérdida. Ahora sólo me queda encontrar el cómo (creo que voy por el buen camino).
Y comparto tu idea: tener éxito en el amor tiene que ver con la maestría en el arte de compartir las ilusiones.
Y eso también, NáN, eso también.
Hay esfuerzos que sin duda merecen la pena, pero a veces es una cuestión de capacidades (de falta de fuerzas); uno quiere pero no puede.
Filla, voy a decir una perogrullada, pero lo digo muy en serio.
Si evitamos la sensación de caída, no caemos; es decir no aterrizamos en la realidad. Y si evitamos la sensación de pérdida, no perdemos; es decir, seguimos enganchados.
Dicho de otra manera, el buen camino es alinearse con el inconsciente, que nos trae caída y pérdida, y no luchar contra él. Para hacer esto se requiere únicamente fe en que llegado el momento, la sabiduría del inconsciente nos sacará del atolladero.
Sinceramente, creo que ese "uno quiere pero no puede" se debe a no estar alineado con el inconsciente. La cosa es simple: si uno no puede ¿para qué querer?
Ese punto de vista taoista y junguiano (peña: está pendiente comentar lo de la trilogía de Deptford; ¿cómo?) hace que el esfuerzo se centre entender el sentido (tao) de la situación (de caída, pérdida …) más que en escapar de la situación (y su sentido) en un esfuerzo heroico. Concienciar el tao de la pérdida es ya empezar a mudar para la ganancia; entender el sentido (tao) de la caída es ya empezar a mudar hacia la ascensión.
Taliesin, y no cabe la posibilidad de reaccionar antes?
Comparto plenamente la idea de que esnecesario caer y perder. Ser conscientes para poder reaccionar y salir, volver a ascender.
(...)si uno no puede ¿para qué querer? A pesar de que (creo) soy de la misma opinión, no suena esto un poco conformista?
Por cierto, a punto de acabar Mantícora (me ha encantado), y encantada de asistir a esos comentarios!!!
Ah! Respecto a la foto, puedes verla aquí, María: www.claudettevanderakt.com
Sería, no solo conformismo sino además resignación de la peor, de esa que lleva a decir al personal: eche o que hai ... sí, y solo sí, no fuera acompañado por el ESFUERZO de estar consciente de la situación y de estar pendiente de que el sentido se manifiesta. Y eso es sudar la gota gorda, filla: implica una tensión psicológica que no estamos acostumbrados a hacer; como occidentales, nuestros esfuerzos son heroicos en el plano externo, unicamente, pero de tensiones interiores en busca de significado, no entendemos mucho.
La posibilidad de reaccionar antes, esa capacidad de "velas vir", se produce cuando estamos perfectamente alíneados con el inconsciente, es decir, cuando estamos entrenados en fluir con las caidas, pérdidas, ascensiones y ganancias.
Ah, vale!!! Viendo la foto entera está clara la situación y coincido totalmente con vosotros. Se ve que a veces soy un poco "Heidi" interpretando situaciones ...
Muy interesantes los comentarios de Taliesín. Me gusta especialmente lo siguiente:
"Si evitamos la sensación de caída, no caemos; es decir no aterrizamos en la realidad. Y si evitamos la sensación de pérdida, no perdemos; es decir, seguimos enganchados."
Que yo interpreto como (espero no malinterpretar sus palabras) "hay que pasarlo mal, no hay otra forma, es lo que le toca. Asumir que tiene que ser así, que así será durante un tiempo, es la mejor forma de afrontarlo."
María
Biopic:
Un día miras y lo que ves no lo reconoces y, peor aún, no te gusta. Clic. Tratas de recordar lo que te gustaba de lo que ves y, asustad@, constatas que sólo son eso: recuerdos. Clic. Y entonces caes y quieres saltar de la rampa que sólo baja, pero no hay otro clic, sólo puedes bajar o saltar. Muy triste, hasta que aterrizas.
Sí, María, es lo que dices. Pero cuando hablamos de que es cosa de tiempo, no nos referimos al tiempo abstracto del cronómetro, sino al tiempo cualitativo, al kairós, que trae un significado asociado. Por eso, la cuestión de tiempo quiere decir que permanecemos preñados de ese malestar hasta dar a luz un tiempo nuevo con un sentido del vivir nuevo.
Por tanto, aceptamos que tiene que ser así, pero no gratuitamente, es decir, no se sufre por sufrir, sino porque ese sufrimiento trae sabiduría: orientación y ganas para vivir.
Joder, Taliesin! (perdón) que claro acabo de verlo al leer tu comentario.
Esta semana, se cumplen 2 años desde que me separé de mi, por aquel entonces, marido, en un momento crucial de nuestras vidas. Fue la experiencia más dura que he tenido que superar hasta el día de hoy. Caí en picado, hasta el fondo, con la sensación de que nunca, nunca, volvería a estar bien. Por suerte, inmensísima suerte, contaba con mi hijo, que tiraba de mí cada día, y con una familia y unos amigos que me hablaron muy claramente sin soltar mi mano en ningún momento.
Y así (permanecemos preñados de ese malestar hasta dar a luz un tiempo nuevo con un sentido del vivir nuevo) es exactamente como siento que ha sido el proceso de recuperación. Siento que ya no soy la misma persona, que ya no entiendo la vida igual, que ha cambiado lo más profundo de mí y que he salido reforzada sin duda y mejor, mucho mejor.
No se sufre por sufrir, sino porque ese sufrimiento trae sabiduría: orientación y ganas para vivir.
Cierto y comprobado. Y tener esto claro hace que todo sea superable.
Gracias.
Qué sorte tes, filla!
Las gracias: a la vida! ¿te acuerdas de Violeta Parra? Qué sea la melodía de esta semana. Risas.
Si, Taliesin, sen dúbida.
E que, ademáis, estou ben acompañada. (Máis risas)
Me había perdido estos últimos comentarios, y están muy bien.
Besos.
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