En mi casa somos cinco hermanos. De los cinco, cuatro tienen dos hijos y solo yo me he quedado con un hijo único. Esto nos da la nada despreciable cantidad de nueve nietos para mis padres.
Mi hermano pequeño vive en Santiago y el segundo vive en Coruña, el resto en Ferrol. Bueno, no exactamente, porque el tercero vive en México, aunque su familia sigue aquí.
El caso es que, con la que está cayendo, todos, exceptuando el de Coruña, cuyos hijos ya son más mayorcitos, tiramos de abuelos, tíos, conocidos... para cuidar de nuestros hijos mientras nosotros estamos ganándonos el pan. Es una red enorme en la que todos nos sostenemos gracias a los demás.
Así, los lunes mi hijo se queda con mi madrina, los martes con mis padres, pero mi hermana lo lleva a música, los miércoles con mi hermana, que lleva al mío y a los suyos a atletismo, los jueves (por fin!) aunque come con mis padres, lo recojo temprano porque tengo la tarde libre y los viernes mi hermana lo lleva a piscina y yo lo recojo allí. A esto le sumamos dos mañanas en las que lo dejo a desayunar en casa de mi cuñada y desde allí se va al cole con sus primos.
Según esto, hoy martes mi hijo comía en casa de sus abuelos y mi hermana lo recogería para llevarlo a clase de música pero... una de mis sobrinas de Santiago se puso enferma, así que allá fueron mis padres para poder atenderla. Y pusieron en marcha el dispositivo de urgencia: madrina, hermana, cuñada y toda la tropa.
Olvidándonos por un momento de todos los inconvenientes, ¿no resulta extremadamente gratificante sabernos tan bien rodeados?
¿Seré capaz alguna vez de agradecerlo sufientemente?
La derivada racista de la DANA
Há uma semana
4 comentários:
Por un lado me encanta vuestra organización, pero por otro... ¿cómo lo harán los que no tienen a la familia cerca? Y aquí me tocaría añadir alguna frase revindicativa sobre ayudas a la conciliación... Pero me quedo con la suerte que tenéis vosotros y lo bien que has descrito esa "red" familiar donde todos dependen de todos ;)
Hola, Martes!
Pues eso me pregunto yo también: cómo harán los demás?
Nosotros tiramos de familia y amigos, la verdad. Y de la familia de la familia, también (tíos y abuelos de mis sobrinos que amí, directamente, no me son nada).
Mi hijo y yo, sin todo este entramado, estaríamos perdidos.
Y claro, da ganas de cargarse en la conciliación, en la entrada de la mujer en el mercado laboral y en un montón de cosas más.
Así que ya podemos ir cuidándonos para cuando nos toque. Ojalá mi hijo pueda contar con toda su familia como lo hago yo.
Chica, escríbenos algo, no? Que hace un montón que no nos cuentas nada.
Tienes mucha suerte. Yo aquí solo cuento con mi única hermana. Menos mal que mi trabajo me da cierta flexibilidad horaria ...
María
Yo soy de las que no tienen (casi) familia cerca. Así que me las arreglo como puedo, con las extraescolares y las acogidas del colegio, los amigos, los otros padres del colegio, los vecinos, canguros cuyas tarifas me impiden llegar a fin de mes, y la flexibilidad horaria (que implica también flexibilidad por mi parte: o sea, llevarme trabajo a casa).
Siempre digo que echo más de menos la familia extensa, la red, que la pareja... como decía Laura Guttman, no estamos preparados para criar a nuestros hijos sin la tribu.
O sea que tu post me ha dado mucha envidia.
http://madredemarte.wordpress.com/
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