Yo, de niña, quería ser bailarina.
Pero no de ballet clásico. Bailarina de acompañamiento, una componente más de lo que mi madre llamaba "el cuerpo de baile".
Estoy convencida de que habría sido buena.
O igual no, pero eso qué mas da.
La derivada racista de la DANA
Há uma semana
3 comentários:
¿Y qué fue lo que hizo que no lo intentaras?
(Quién quiere que su hija sea "una más" dentro del "cuerpo de baile" de un programa de televisión?
Quién puede llegar a tomarse en serio una vocación que no pasa de desear ser "acompañante" y no "artista principal"?)
Supongo que lo mismo que hizo que no continuase escribiendo, que no estudiase matemáticas...
El miedo y la falta de confianza. Pero, sobre todo, el deseo de no defraudar.
Supongo.
Cómo somos...
Ya que no lo hicimos muy bien, en ese tema, a ver si ahora que estamos del otro lado evitamos esos mismos errores.
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