terça-feira, 29 de março de 2011

En la adversidad

Para mucha gente su referente en la vida, esas personas con las que saben que siempre van a contar, son sus padres. En mi caso no es así; mi referente son mis hermanos, los 4.

Durante mi infancia ellos eran lo único que siempre estaba ahí. Después, cuando fui creciendo, siempre me han acompañado, en lo bueno y en lo malo.

Son todos diferentes y cada uno de ellos me ha aportado un punto de vista, un apoyo, un consejo o una bronca si fue necesaria.
Sin ellos mi vida, yo, no sería lo mismo, ni siquiera algo parecido.

Y si alguno representa el optimismo, el entusiasmo y las ganas de vivir, ese es V.

Tras superar en su vida episodios durísimos, de esos que uno cree que no sería capaz de soportar, ahora, mientras el mundo parece desmoronarse a su alrededor no deja de decir:

"Lo que no se puede es perder la esperanza. La ilusión no se puede perder nunca."

Y este sábado nos vamos de fiesta mexicana.

¡Óle tus huevos, hermano!

4 comentários:

Calamidad disse...

Bravo para tu hermano V, Filla. Supongo que tendrá también sus altibajos y que muchas veces la procesión le irá por dentro, pero demuestra una templanza enorme.

Un beso muy fuerte para todos. Lo mejor de los malos momentos es eso que son momentos.

A filla do mar disse...

Nunca choveu que non escampara!

:-)

La verdad es que, por lo menos en esta zona, se nota cada vez más lo mal que lo estamos pasando...

Anônimo disse...

Pues tiene una de las mejores armas para afrontar malos tiempos.

Dale mis felicitaciones por eso.

Bicos y ánimo...maloserá!...;)

LLS.

Anônimo disse...

A veces lo veía, ojeroso, hecho polvo tras largos e infames días. Hablando de buscarse la vida donde esta late (como dicen los mexicanos). De negocios.

Supongo que para mí hasta ahora fue el momento de intentarlo todo y aunque fuera necesario, reventar en ello.

Y viéndolo, recordé que lo de buscarse la vida, asaltar lo que haga falta para cobrarse facturas atrasadas o pelear en una carrera sabiendo que la pierdes, es saber arreglártelas para hacer lo imposible.
Y nunca imaginarías V., que con la celebración de la fiesta mexicana, lo que he pensado es: ¡qué valiente eres chaval!

Y sí: todo está siendo una chingadera, pero me vale madre saber que "hai xente coma ti, carnal".