terça-feira, 14 de setembro de 2010

En la cama

Se despertó y se sorprendió de no tener compañía.

Recordó que su sobrino, el día anterior, le había preguntado por qué tenía una cama de matrimonio si siempre dormía sola. No siempre, le dijo, no siempre.

Se sorprendió todavía más de que aquella soledad no le doliese ni lo más mínimo. Se sobresaltó al darse cuenta de que le agradaba.

Y ya no pudo seguir durmiendo.

8 comentários:

NáN disse...

Es que es agradable. Sobre todo la alternancia.

molinos disse...

Estoy con NáN...a mi me gusta y para notarlo la cama tiene que ser grande...

Anônimo disse...

Más metros de sábana para planchar.Y la luz subiendo.

Sirwood

A filla do mar disse...

Uy! Pero si las sábanas no se planchan!!!

Anônimo disse...

Ah, vaya...¿y los calcetines, y la ropa interior? ¿tampoco?...
:( LLS.

A filla do mar disse...

TAMPOCO!!!

Ni los trapos de cocina, ni las toallas, que la veo venir...

Anônimo disse...

¿Cómo que no se planchan? Como la oiga mi tía Resurrección...

Sirwood

Anônimo disse...

¡Qué bonito nombre, Resurrección!

S.