- ¡Hasta aquí hemos llegado!
- ¿Qué?
- Que hasta aquí hemos llegado, que estoy harta.
- ¿Harta? Pero... ¿de qué?
- De ti, ¡joder!, de ti.
- ¡Oh! ¿De mí? ¿Pero qué he hecho yo ahora?
- Nada, si esa es la cuestión, que nunca haces nada...
- ¿Lo ves? Entonces, ¿cuál es el problema?
- !Anda y que te den por culo!
La derivada racista de la DANA
Há uma semana
23 comentários:
¿Al día 732? ¡Mujer...!
Si es que no teneis remedio... Los nachos, digo.
Si es que os falta claridad en el mando.
Ah, que no hay que mandar.
Pues que sepas dos cosas, para empezar:
1) Si no me lo dices, ni se me ocurre pensar que hay polvo en las baldas de la estanterías.
2) Me importa un bledo que haya polvo en las baldas de las estanterías.
quod erat demostrandum: no se trata de "lo hacemos juntos lo hacemos juntos lo hacemos juntos". Se trata de que las cosas estén como a TI te gusta que estén, así que lo mejor es que TÚ mandes lo que hay que hacer, que yo estoy dispuesto a hacerlo. Pero las ideas no me vienen del cielo, coño. Después de que al salir del trabajo me he esforzado y he comprado TODO lo que TÚ me habías puesto en la lista.
Y ya me has cabreao y me voy al bar.
¿Y el tío que llama a casa para decir que no hay justo esa marca?
Porque para mí que llama por acojone. Que no se atreve a improvisar ni loco.
Hala, ya he entrado yo también al trapo.
(Y el palabro es salition. Que también tendrá que ver...)
Y por eso una menda es mucho más feliz viviendo sola con su hijo, porque está claro quien manda aquí y las cosas se hacen como y cuando yo digo. Y punto!
Es que tiene 3 años y no ha tenido ocasión de rebelarse, todavía.
¿Ves, Porto? No nos entiende.
Nada, chico, no hay manera...
Te estaba viendo y escribiendo a la vez. Que alegría me das, porque creo que pensamos igual en muchas cosas. Estoy muy contenta. No dudes en timbrar para lo que necesites, eh?
Bicos
Aquí estoy! Propietaria. Yo también te veo :). Lo mismo digo, eh? Un silbidito y aquí me tienes!
¡Dios!. Sois insoportables.
Opción 1:
Si consideras que las putas cortinas están sucias, cógete unas putas escaleras, descuelga las putas cortinas y mételas en la puta lavadora.
Opción 2:
Si consideras que las putas cortinas están sucias y que es tu marido quien debe descolgarlas y poner la puta lavadora… ¡Díselo coño!. Y no estés una puta semana rumiando a ver si el cabrón de tu marido adivina que tu consideras que las putas cortinas están sucias.
Nota: Si no lleváis más de diez años de feliz matrimonio, sería recomendable también avisarle de lo urgente que es que quite las putas cortinas y de cómo quieres que lo haga.
No es falta de interés, te lo juro. Pero no acabamos de entender por qué las putas cortinas hay que descolgarlas siempre en medio de tu programa favorito, sin poder esperar, siquiera, al puto descanso.
A fecha de hoy, y son 28 años de feliz matrimonio, yo aun no sé como hay que descolgar las putas cortinas para que no os cabréis.
¡Enhorabuena, nueva propietaria!
Que lo disfrutes mucho.
Aborrezco las cortinas. Yo te soy más de estor y esos no se lavan.
Si te digo que recojas al niño a las 5 y me dices que sí, que lo harás, HAZLO!
No, tus calzoncillos no tienen patitas, soy yo la que los meto en el cesto de la ropa sucia.
Pero, ¡¿de qué vais?!!
El primero en no perdonarse ese error es tu marido, el primer jodido es él. Y tu lo sabes. ¡Claro que lo sabes!, por eso se lo recordarás toda su puta vida.
Los calzoncillos. ¡Vaya!. Las cortinas no. ¿Y ahí acaba la cosa?. No creo…
Vuestra lista de quejas tiende, literalmente, hacia el infinito. Cada vez estoy más convencido de que Dios es hombre. Si fuera mujer no habría un varón en el santoral. Si no salís, malo, si salís: siempre vais a los mismos sitios; si salís y vais a distintos sitios, nunca estamos con gente. Si salís, vais a distintos sitios y estáis con gente: os apetece estar en casa. ¡Parar de una puta vez!.
Te voy a contar lo que os pasa. Seguro que eres una mujer de los más simpática, amable, sociable. Seguro. Pero cuando llegas a casa todo eso lo dejas fuera y coges una puta escoba. No, no para barrer, no: ¡para montarte en ella!. Mírate al espejo, no para echarte colorete, ves… fíjate bien, esa nariz más grande, esa verruga en la punta de la nariz… ¿lo ves?.
¿Por qué no te relajas?, piensa en cosas que te resulten agradables. La vida no es lo que tu esperabas, ¿verdad?. Para nadie lo es, tampoco para tu marido: pero él no lo paga contigo. El problema no son los defectos de tu marido. El problema es tuyo, y sólo lo puedes resolver tu. Seguro que tienes más cosas de las que necesitas para ser feliz. Seguro, en este primer mundo todos las tenemos por justos que andemos. Pero no eres feliz, ese es tu problema. No tu marido, te separes o no de él.
Te daré un par de pistas para ser feliz: la cólera, los reproches, sólo conducen a un callejón sin salida, cada vez más estrecho, cada vez más oscuro. Y la otra pista: si no eres capaz de encontrar la felicidad recogiéndole los calzoncillos a tu marido, nunca la encontrarás. No lo dudes.
En cualquier caso, te deseo lo mejor y también a tu marido, que, seguro, es buena gente.
Mi madre, como está el patio!
Debo aclarar que ese diálogo no es propio?
Bueno, yo, es que no tengo marido y los calzoncillos los recoge mi hijo estupendamente.
Repasen ustedes sus matrimonios, que los veo yo un poquito rencorosillos…
ja,ja...otro que se dejo llevar y venga a estampar rencores. Que fuerte, ...peor que yo. En fin...
Filla, ...hoy me enamore,...de un chiquito con ricitos. Pero que lindo...ya me diras lo que le gusta. Me muero de ganas por jugar con el en el patio. Si necesitais manos,ya sabes...
Moitos bicos.Reparte co pequeno
Creo que Anónimo se ha pasado de frenada.
A cualquiera le sucede.
Estábamos teatralizando parodias.
Ante todo pedir disculpas si he molesta a alguien, en ningún caso ha sido mi intención.
Parece que, como en “la guerra de los mundos”, salvando las distancia que haya que salvar, he respondido a un dialogo ficticio. Enhorabuena a la filla del mar, su artículo me ha resultado dolorosamente real. Dicho sea sinceramente y sin ningún tipo de sentimiento negativo.
Tanto la risa de Nicole, como su parecer y el de la “filla” en que en mis escritos había rencor, me hacen recapacitar, lo cual siempre es bueno, ya que no creo que en mi en corazón haya rencor hacia nadie y lo que, torpemente, he descrito no suele ser en la pareja motivo de risa. Pero, como digo, pensaré sobre ello, pues seguramente estaré equivocado.
Y para acabar y despedirme, alegrarme de que lo que cuento os parezca tan extraño. Me devuelve la fe en que la convivencia entre un hombre y una mujer es posible, al menos, de una forma razonable.
Siento si mi risa te ha molestado, pero no era para nada despectiva. No me parece en absoluto que el tema tenga ninguna gracia, y menos tratandose de mi y del momento personal que estoy pasando. Simplemente me hizo gracia el ver que no soy la unica que cuando me pongo ante una hoja/pantalla en blanco y estoy inspirada, no hay quien me pare. Creo o sobre eso me han invitado a reflexionar, que hay que ser mas cociso y concreto. En cualquier caso, gracias. Tu comentario me hizo reflexionar.
Coño, y yo que al principio creí que seguía siendo NáN. Hasta que vi que se iba de madre.
En cualquier caso, Anónimo, ánimo (ánimo, Anónimo). Y trate de ponerle remedio a todo eso, hombre.
Un abrazo al anónimo, y a todos.
Pues yo pensaba en otro anónimo que conocí por tu blog. ¡Lo de las cortinas era estupendo! Pero resulta que parece que era una historia dura.
Ánimo, Anónimo. Quítale la escoba: física y mentalmente. La colaboración (y entender que el reparto ha de hacerse con solidaridad y también con cabeza), es el camino.
¡Filla, xa me contarás...!
Bicos,bicos
Xa entendín o asunto.Bueno, mellor dito, xa mo explicaron.
Bicos
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