Ni mis abuelos ni mis padres eran creyentes. Cumplieron en su momento porque la situación así lo requería, pero nunca recibí una formación religiosa de su parte. En el colegio acudí a clase de religión hasta que mi madre ojeó el libro de texto de mi hermano pequeño. Quedó tan espantada que nos pasó a los dos a Ética y nos dejó claro que ella no era creyente pero que éramos libres de serlo, si queríamos.
Mi hermano pequeño acudió a catecismo en tres ocasiones y en las tres se dio de baja. La santísima trinidad le resultaba insuperable.
A pesar de eso, a mí suelen gustarme las celebraciones religiosas y muy especialmente la Semana Santa. Y esta semana llevé a mi hijo a ver las procesiones.
- ¿Por qué hay tantas brujas, mami?
- No son brujas, son capuchones. Son personas que llevan capuchas para taparse.
- ¡Mira, no lleva zapatos! ¿Por qué no lleva?
- ...
Resulta difícil explicarle esto a un niño de 3 años, dificilísimo.
La relación de mi hijo con la religión es nula y eso, al final, lo aleja de una parte importantísima de la cultura que lo rodea y, al fin y al cabo, le dificultará la comprensión de algunos comportamientos de una parte significativa de la sociedad.
Y me pregunto qué alternativa nos queda, porque a mí, personalmente, me gustaría que mi hijo tuviese algún tipo de formación en este sentido, pero sin adoctrinamientos y eso, ¿es posible?
Pues de este mismo tema hablábamos J. y yo este fin de semana y a raíz de lo mismo, la semana santa y la nula formación religiosa de nuestra hija. Yo también huyo del adoctrinamiento, pero a la vez me da mucha pena la ignorancia de mi hija en estos temas. Nosotros llegamos a la conclusión (no sé si equivocada o no) de que la única forma de que consiga un mínimo de formación sin adoctrinamiento es a través de nosotros. Él me habló de una biblia para niños que leía cuando era pequeño. A ver si la encontramos en casa de sus padres ...
ResponderExcluirMaría
Yo pensé en lo mismo, María, pero no sé, no acaba de convencerme...
ResponderExcluirEn este tema, como en todos, es complicado educar a los hijos sin caer en el adoctrinamiento del que hablas.
ResponderExcluirCon los conceptos transmitiremos también opinión y visión sesgada. Pero es la nuestra...¿por qué ha de preocuparnos?.
¿Cómo se le habla asépticamente a un hijo del hecho religioso si uno no es creyente?.
Yo hago lo mismo pero al revés; como soy creyente, le cuento lo que sé, lo que creo y mi manera de pensar el mundo.
Y por encima de eso, ya veremos cómo sale..., intentar entrenar un fuerte espíritu crítico que le permita discernir cuando llegue el momento.
Bicos.
LLS.
Mi hijo (también de tres años) ha visto accidentalmente una procesión el domingo de Ramos. Miraba con curiosidad las palmas de los otros niños, y el trono con el Cristo subido a la burrita con cierto miedo. Me hizo mil preguntas que, una tras otra, me llevaban a explicarle unas nociones básicas de religión, lo más suavizadas posible. Además es que nos ha tocado esta religión precisamente, basada en el sufrimiento.
ResponderExcluirCuriosamente la palabra de verificación es "satenes". ¿Tendrá algo que ver con la sábana santa?
En mi opinión es posible enseñarle la parte cultural de la religión, como un ingrediente más de toda la cultura que nos rodea y conforma (y forma) nuestra sociedad. Y no solo es posible, sino necesario; porque de lo contrario serán, simplemente, más incultos, como si los mantenemos en la inopia sobre cualquier otro tema importante.
ResponderExcluirY además a mí me parece que eso nos resultará fácil a cualquiera, porque con lo que sabemos llega.
Tema totalmente distinto, creo yo, es la formación religiosa. Personalmente, y dado que ellos oyen opiniones de todo tipo a su alrededor, yo les doy (bueno, por ahora solo a la mayor) la mía y les dejo claro que es eso, mi opinión; y les explico, porque me lo preguntan, qué creen los creyentes, y por qué. Mi principal propósito, ya que ellos reciben más influencias, es que sepan que pueden elegir, y que sepan entre qué pueden elegir.
(Y, en la medida de mis posibilidades, trato de no caer en lo que yo critico; trato de no adoctrinar.
Está claro que no soy imparcial, ni falta que hace, pero no trato de convencerlos. Aunque reconozco que en parte considero que en cuanto se mete un poco de razón y lógica en este tema casi todo cae por su propio peso...)
Besos.
¡Anda, pero si soy yo! El del primer plano y la vara.
ResponderExcluirA min pásame algo semellante coa Semana Santa: detesto a relixión, e non obstante levo unha imaxe durante as procesións. Incongruencia? si pero… dende pequeno o fixen, teño a sensación de que o fago por conservar as tradicións e a cultura do meu pobo.
ResponderExcluirNon creo que sexa necesario educalos en algunha relixión particular, é máis, as relixións maioritarias en occidente non creo que podan aportar leccións valiosas no tocante a ética ou moral, se non todo o contrario.
Pode que a necesidade de persoas ateas ou agnósticas para educar aos nenos con certos coñecementos sobre a relixión católica teña que ver cos recordos da súas infancia… e o desexo de que prevaleza algo dela nos fillos. Quedan moitas outras cousas relacionadas coa infancia que si vale a pena conservar en detrimento dunhas ideas obsoletas que durante moito tempo impediron a evolución da ciencia e a liberdade individual.
A filosofía oriental (realmente son relixións?) coma o Tao e o Budismo, poden ser algo moi valioso para os tempos actuais, e concordan totalmente cos valores de respecto e tolerancia que deberían prevalecer nas sociedades civilizadas. Permitídeme unha recomendación para iniciarse: “Tao y Zen” de Alan Watts.
¿y si resulta que no sólo los niños que no tienen educación religiosa hacen preguntas insistentes sobre los capuchones, los descalzos, las palmas y las burritas?
ResponderExcluir¿Y si para ellos la semana santa no es más que un bonito y singular espectáculo, tengan educación religiosa o no la tengan?