sexta-feira, 9 de abril de 2010

Para que no te duela

recuerda doblar la esquina y no mirar atrás. Aprieta el paso, como si tuvieras prisa, y camina, sin más.

Para que no te cueste, no olvides que esto no es un final.

Para sobrevivirlo, solo tienes que seguir respirando.

6 comentários:

  1. Es muy difícil.
    Aunque supongo que tenemos suerte de sentirlo, y de sentirlo nosotros y no ellos. Imagínate que fuese al revés.

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  2. No es fácil, desde luego, pero estoy convencida de que en la mayoría de las ocasiones lo hacemos más difícil todavía.

    Deberíamos de ser conscientes, más a menudo, de que somos responsables de nuestras decisiones, de nuestras vidas, de que, al fin y al cabo, eso es lo que hemos elegido, y valorar y disfrutar esa elección.

    Solo así, creo, conseguiremos que a ellos tampoco les duela.

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  3. Bueno, está claro que nos contamos entre nuestros peores enemigos, la mayoría :)

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  4. Anônimo12:19

    ¿Quién? ¿Cómo? ¿Dónde?

    Parezco el Xacobeo.

    Ánimo, M.

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  5. No te creas, anónimo, que estoy muy animada, hoy. Con este solazo!!!

    Pero gracias.

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  6. Él solo el sol nos vuelve menos solos.

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