Un golpe en la boca del estómago y la absoluta imposibilidad de devolverlo.
De repente se dio cuenta de que todo era tal y como ella lo
había deseado. Y decidió desearlo de otro modo.
quarta-feira, 21 de novembro de 2012
terça-feira, 20 de novembro de 2012
2
Ayer, al salir con mi hijo del supermercado, encontramos a mi hermano subiéndose al coche de mis padres, que lo llevaría al aeropuerto. De allí a México, hasta el año que viene.
Por la noche, sentía llorar a mi cuñada al otro lado del teléfono, mientras me contaba cómo habían llevado mis sobrinos, esta vez, la despedida de su padre. En enero, la pequeñaja que lleva en la barriga saldrá a la luz para que todos podamos respirar un poco más tranquilos.
Me duermo abrazando a mi hijo que, una noche más, duerme con un barreño al lado de la cama (“por si gomito, mamá”). Un ataque de acetona que se prolonga más de lo esperado.
El día amaneció gris, por dentro y por fuera. No tengo esperanzas de que nada lo salve.
Por la noche, sentía llorar a mi cuñada al otro lado del teléfono, mientras me contaba cómo habían llevado mis sobrinos, esta vez, la despedida de su padre. En enero, la pequeñaja que lleva en la barriga saldrá a la luz para que todos podamos respirar un poco más tranquilos.
Me duermo abrazando a mi hijo que, una noche más, duerme con un barreño al lado de la cama (“por si gomito, mamá”). Un ataque de acetona que se prolonga más de lo esperado.
El día amaneció gris, por dentro y por fuera. No tengo esperanzas de que nada lo salve.
quarta-feira, 1 de agosto de 2012
1.1
Es la misma sensación, supongo, que siente una al ahogarse,
en el mar, por ejemplo.
Tengo la certeza de que, si el suelo está cerca, la mejor
opción es dejarse caer para, en el fondo, coger impulso y salir a flote. Pero
la incertidumbre sobre la distancia que me separa de esa posibilidad de impulso
me impide tomar la decisión definitiva y, mientras vacilo, el aire se acaba.
Cuando me deje caer ya será demasiado tarde.
terça-feira, 31 de julho de 2012
1
Ayer soñé, creo que fue ayer, que todo era como antes. No sé
cómo era antes, no sé a que me refiero.
La tierra se deshace y cuando alargo la mano para agarrarme,
alguien retira la suya y sigo cayendo poco a poco.
quarta-feira, 23 de maio de 2012
domingo, 13 de maio de 2012
Y cómo es él
Alto, guapo, interesante.
Culto, divertido pero no alegre.
Reflexivo, complejo y tendente a la melancolía.
Sensible, sentimental y refinado.
De mente abierta a pesar de los entornos conservadores que lo rodean.
Tolerante, comprensivo.
Extraordinario orador y buen oyente.
Amable, delicado y educado.
Consciente de sus inseguridades, atractivo.
Padre excelente (el mejor que conozco).
Magnífico amante y algunas otras cosas...
Ah! E inteligente, también.
Culto, divertido pero no alegre.
Reflexivo, complejo y tendente a la melancolía.
Sensible, sentimental y refinado.
De mente abierta a pesar de los entornos conservadores que lo rodean.
Tolerante, comprensivo.
Extraordinario orador y buen oyente.
Amable, delicado y educado.
Consciente de sus inseguridades, atractivo.
Padre excelente (el mejor que conozco).
Magnífico amante y algunas otras cosas...
Ah! E inteligente, también.
quinta-feira, 26 de abril de 2012
quarta-feira, 25 de abril de 2012
Unos minutos de publicidad
O Grupo Bartoleta Teatro, representa
Yerma
de Federico García Lorca
Dirección : Helga Méndez
no Centro Cultural Torrente Ballester
Rúa do Hospital – Ferrol
venres, 27 abril 2012, ás 20,30 hs
entrada libre ate completar aforo.
Lavanderas |
Romería |
Y si queréis ver más, aquí.
quarta-feira, 18 de abril de 2012
Lejos
Sé que debería pensar que es lo mejor, que estarán bien, que será una experiencia buenísima para ellos, a la que, seguro, le sacarán mucho provecho.
Sé que ahora ya no hay distancias, que podremos hablar y vernos todos los días, aunque sea a través de la pantalla, que volverán en Navidad y que será fantástico.
Pero los imagino lejos y se me encoge el corazón.
¿A qué ventana vamos a mirar cada mañana para ver si ya se han levantado?
¿A quién saludaremos con los brazos en alto desde nuestro patio?
¿Quién gritará nuestros nombres desde el otro lado y esperará nuestra respuesta con la sonrisa en la cara?
Sé que ahora ya no hay distancias, que podremos hablar y vernos todos los días, aunque sea a través de la pantalla, que volverán en Navidad y que será fantástico.
Pero los imagino lejos y se me encoge el corazón.
¿A qué ventana vamos a mirar cada mañana para ver si ya se han levantado?
¿A quién saludaremos con los brazos en alto desde nuestro patio?
¿Quién gritará nuestros nombres desde el otro lado y esperará nuestra respuesta con la sonrisa en la cara?
terça-feira, 10 de abril de 2012
quarta-feira, 4 de abril de 2012
Una imagen vale más
Hay imágenes que, no sé por qué, consiguen cambiarle a uno el estado de ánimo.
Para mí, esta es una de ellas.
Es, en resumen, la felicidad.
Para mí, esta es una de ellas.
Es, en resumen, la felicidad.
terça-feira, 3 de abril de 2012
Recuerdos
De niña, lo que más recuerdo es el olor de la piel de mi
madre. Me acercaba a su cuello y, simulando un beso, inspiraba profundamente el
olor de su nuca. Dejaba reposar mi nariz entre su cuello y su hombro. Recuerdo
sentarme en su colo*, mientras los mayores hablaban, y escuchar cómo resonaban
sus palabras apoyando mi cabeza en su pecho. Y recuerdo llorar, muchísimo (con
tantas ganas como las que siento ahora que lo escribo) cuando, de noche, la
echaba de menos.
De niña, recuerdo la voz fuerte de mi padre. Esperarlo impaciente al mediodía para llevarle solícita las zapatillas. Acostarme a su lado, en la cama, para echar la siesta y hundir la cabeza en su almohada para (de nuevo) aspirar ese olor a paternidad. Recuerdo sus manos soltando el volante mientras conducía y mi pavoroso miedo. Y hacerme la dormida, en el coche, para que él me llevase a casa en brazos.
El olor de mi madre lo he reconocido en todas las personas a las que he amado. Ese olor ha sido la medida de mi amor.
* Regazo
De niña, recuerdo la voz fuerte de mi padre. Esperarlo impaciente al mediodía para llevarle solícita las zapatillas. Acostarme a su lado, en la cama, para echar la siesta y hundir la cabeza en su almohada para (de nuevo) aspirar ese olor a paternidad. Recuerdo sus manos soltando el volante mientras conducía y mi pavoroso miedo. Y hacerme la dormida, en el coche, para que él me llevase a casa en brazos.
El olor de mi madre lo he reconocido en todas las personas a las que he amado. Ese olor ha sido la medida de mi amor.
* Regazo
segunda-feira, 2 de abril de 2012
Temprano
Cuando oigo el zumbido del teléfono me doy cuenta de que
ya estoy despierta. Ya lo estaba un minuto atrás, creo.
No me permito remolonear, hoy no. Quiero levantarme pronto, llegar pronto al trabajo, salir pronto y comenzar a disfrutar la tarde cuanto antes.
Me demoro en la ducha más de la cuenta. Siempre lo hago. Pienso que, entonces, ya no es demora, es un hábito, lo normal.
Mientras desayuno, suena la radio: noticias sobre la Fraga, el fuego, lo que hemos perdido. Nunca lo recuperaremos, nunca. ¿Cuánto se tarda en prender una cerilla y acabar con lo que llevó siglos conseguir?
Cuando subo al coche la calle está desierta. Apenas hay luces encendidas en los edificios.
En el taller ya trabajan pero en la oficina solo A responde a mi saludo y se sorprende (yo nunca había llegado tan temprano).
Mientras reviso el correo suenan las campanitas en el móvil. Sé que es él. Se ha levantado al baño y se vuelve a la cama. Imagino su cara adormilada velando el sueño de P y C. Imagino a mi propio hijo durmiendo también, a esta hora, y deseo que pase rápido el tiempo.
No me permito remolonear, hoy no. Quiero levantarme pronto, llegar pronto al trabajo, salir pronto y comenzar a disfrutar la tarde cuanto antes.
Me demoro en la ducha más de la cuenta. Siempre lo hago. Pienso que, entonces, ya no es demora, es un hábito, lo normal.
Mientras desayuno, suena la radio: noticias sobre la Fraga, el fuego, lo que hemos perdido. Nunca lo recuperaremos, nunca. ¿Cuánto se tarda en prender una cerilla y acabar con lo que llevó siglos conseguir?
Cuando subo al coche la calle está desierta. Apenas hay luces encendidas en los edificios.
En el taller ya trabajan pero en la oficina solo A responde a mi saludo y se sorprende (yo nunca había llegado tan temprano).
Mientras reviso el correo suenan las campanitas en el móvil. Sé que es él. Se ha levantado al baño y se vuelve a la cama. Imagino su cara adormilada velando el sueño de P y C. Imagino a mi propio hijo durmiendo también, a esta hora, y deseo que pase rápido el tiempo.
sexta-feira, 30 de março de 2012
De repente
De repente, me sorprendo leyendo lentamente cada cartel,
cada anuncio, cada etiqueta. Deletreando, silabeando, corrigiendo sonidos que
parecen lo mismo pero no lo son, aclarando que aquí suena así y aquí de este
otro modo...
De repente, como si alguien hubiese apretado el botón de
encender, no dejamos de hacer sumas (tres más tres más tres más tres...) y
restas, de intentar resolver dudas, de borrar y pintar de nuevo hasta que
conseguimos que la nube parezca una nube y el mar un mar, y no al revés.
quinta-feira, 29 de março de 2012
terça-feira, 27 de março de 2012
sexta-feira, 23 de março de 2012
terça-feira, 13 de março de 2012
Sola
Ser la cuarta de cinco hermanos tiene, entre otras, una consecuencia que no acabo de determinar si es buena o mala.
El caso es que, desde niña, siempre he sentido que había alguien para sacarme las castañas del fuego. Mis hermanos mayores siempre estaban ahí para salvarme si la cosa se ponía difícil. Sucedía en el patio del colegio, en el parque, en la calle, en la playa... Y con los años, sucedió también ante los primeros conflictos con mis padres, los primeros pitillos, las primeras salidas nocturnas. Cuando me independicé, ahí estuvieron para ayudarme económicamente, incluso para darme alojamiento y manutención cuando la vida se me puso del revés.
Y ahora, en este momento tan incierto y a pesar de que todos lo estamos pasando mal, yo sigo convencida de que, si me pasa algo grave, si pierdo mi trabajo y me quedo sin nada material, ahí estarán, como siempre.
Nunca he tenido la sensación de tener que enfrentarme a la vida yo sola.
El caso es que, desde niña, siempre he sentido que había alguien para sacarme las castañas del fuego. Mis hermanos mayores siempre estaban ahí para salvarme si la cosa se ponía difícil. Sucedía en el patio del colegio, en el parque, en la calle, en la playa... Y con los años, sucedió también ante los primeros conflictos con mis padres, los primeros pitillos, las primeras salidas nocturnas. Cuando me independicé, ahí estuvieron para ayudarme económicamente, incluso para darme alojamiento y manutención cuando la vida se me puso del revés.
Y ahora, en este momento tan incierto y a pesar de que todos lo estamos pasando mal, yo sigo convencida de que, si me pasa algo grave, si pierdo mi trabajo y me quedo sin nada material, ahí estarán, como siempre.
Nunca he tenido la sensación de tener que enfrentarme a la vida yo sola.
quinta-feira, 8 de março de 2012
Atónita
Una mañana más, escucho las declaraciones del Ministro de
Justicia sobre la actual Ley del aborto. Dice este señor que “una violencia
estructural” obliga a la mujer a abortar.
Y me quedo ojiplática, de verdad. Y no sé si reir o llorar. Porque
parece que están de broma.
Mientras tanto seguimos celebrando, un año más...
¿Dejará en algún momento de estar justificado?
Y, para rematar, el director general del Foro Español de la
Familia dice que la sociedad “persigue tácitamente la maternidad”.
Mientras tanto seguimos celebrando, un año más...
¿Dejará en algún momento de estar justificado?
segunda-feira, 5 de março de 2012
Felicidad
A veces me pregunto cuánto hay de vida en el lamento,
en el dolor, en la infelicidad.
Pero a la vez, esa felicidad ingenua, de horas que pasan casi sin ser
vistas; el placer de llegar, sin más, sin esperar más, de sentarse y mirar al
techo y pensar qué haré de comer mañana; el disfrute de apagar la pantalla,
mirar el reloj y que todavía no sean las seis y media; el gozo de sentarse en
una mesa y hablar de nada durante horas, de temas ya hablados una y mil veces,
conversaciones repetidas desde hace años. ¿Quién puede decir que eso no es
también felicidad?
La vida sin trauma no es vida. El que no sufre no vive,
estoy segura.
quinta-feira, 1 de março de 2012
Flores
La llegada de la primavera tiene sus pros y sus contras,
como todo, pero para mí es uno de los mejores momentos del año, acrecentado por
tratarse de un proceso largo, lento, que viene poco a poco dejándose disfrutar.
Y una de las señales inequívocas es la aparición de las
flores de San José. Tengo la sensación de que son de las pocas flores que aún
conservan su aroma.
Desde niña he tenido un cierto sentimiento de propiedad
sobre estas flores. Mi segundo apellido es San José, estas flores comienzan a
salir cerca de mi cumpleaños... Las señales eran claras: estas flores salían
para mí.
segunda-feira, 27 de fevereiro de 2012
Buenas intenciones
Estábamos sentados en un banco de la plaza, compungidos porque habíamos salido de casa con la esperanza de encontrar a sus “colegas” y no había rastro de ellos. Mientras merienda, jugamos a inventarnos historias a medias: yo digo una frase, él otra, y así vamos haciendo una historia. Casi todas acaban con un monstruo que se come a alguien.
Se acerca a nosotros una señora:
Cibrán se levanta a jugar con su patinete y le pido que tire la cáscara del plátano en la papelera. Se lo digo en gallego.
Pero hubo una cosa que me gustó mucho. La señora me comentó de conocidos y parientes que también habían adoptado y me dijo:
Los adoptantes solemos poner una barrera a las incursiones de los extraños. Suele haber comentarios poco afortunados, frases desacertadas y, muy habitualmente, un exceso de confianza. Pero creo, y este caso es un buen ejemplo, que lo normal, lo que casi siempre hay por parte de estos “intrusos” es buena intención y ganas de demostrarnos su apoyo y su interés.
Se acerca a nosotros una señora:
- ¿Es tuyo?-Asiento con la cabeza.Y aquí le toca el pelo, lo agarra por el mentón y le aprieta un poquito los mofletes. Cibrán intenta apartar la cara. Se gira hacia mí y su cara de enfado es evidente.
- ¡Ay! Qué bien. ¿Y tuyos... tienes? (Lo típico)
- Sí, este.
- Ya, no... Digo...
- Es hijo único.
- ¡Ah! Muy bien. Qué guapo es. Es guapísimo. ¿Y hace mucho que lo tienes?
- Sí, 5 años.
- ¡Ay! Qué lindo, mira qué vergüenza le da.Sorprende la escasa empatía que los adultos solemos mostrar hacia los niños. No es vergüenza, es cabreo, porque a mi hijo no le gusta que le toqueteen el pelo ni que le aprieten la cara los desconocidos. Y se lo hacen un par de veces al día, como mínimo.
Cibrán se levanta a jugar con su patinete y le pido que tire la cáscara del plátano en la papelera. Se lo digo en gallego.
- ¡Anda! ¡Y le hablas en gallego! ¿Y te entiende?La conversación continuó: lo raro que es que alguien de mi edad hable en gallego en esta ciudad, la lotería que le había tocado a mi hijo (“a mí sí, desde luego” le aclaré), lo guapos que son todos (aquí no hice aclaración) y demás tópicos.
- Sí, claro, es su idioma.
Pero hubo una cosa que me gustó mucho. La señora me comentó de conocidos y parientes que también habían adoptado y me dijo:
- Y hay quién dice que no es lo mismo. Y mira tú, si nadie sabe cómo te van a salir los hijos... ni los tuyos ni los otros. Si al final, el 90% es la casa.Se fue, después de un rato, dándome la enhorabuena y alegrándose de conocernos.
Los adoptantes solemos poner una barrera a las incursiones de los extraños. Suele haber comentarios poco afortunados, frases desacertadas y, muy habitualmente, un exceso de confianza. Pero creo, y este caso es un buen ejemplo, que lo normal, lo que casi siempre hay por parte de estos “intrusos” es buena intención y ganas de demostrarnos su apoyo y su interés.
sexta-feira, 24 de fevereiro de 2012
Me voy a África
Toca cenar judías. El conflicto ya lo veo venir, pero, aún
así, me armo de paciencia y no me rindo.
-
No me gustan.
-
No lo sabes si no las pruebas.
- Es que ya sé que no me gustan.
-
Las comiste un montón de veces y te gustaron.
Y así, un rato. Cuando la cosa ya no da para más, me pongo
seria, muy seria. Y él, viendo que ya no le quedan argumentos ni armas para
defenderse o atacar, me espeta:
-
Es que ya estoy cansado, mamá. ¡¡Me voy a África!!
Tuve que contener la risa mientras le decía que él no se iba
a ningún lado, ni a África ni a la vuelta de la esquina, sin mi permiso y el de
su padre. Que para ir a África tendría que ir con nosotros o ser muy mayor para
poder ir solo.
terça-feira, 14 de fevereiro de 2012
Febrero
Febrero es un mes raro, a caballo entre la Navidad y mi
cumpleaños. Donde parece que el invierno quiere alejarse sin que la primavera
tenga todavía interés por llegar.
Me recuerda a mi época de estudiante universitaria, a los
exámenes, a los nervios, al tiempo perdido absurdamente entre octubre y diciembre.
Me recuerda a mi abuela, a los freixós y a sus dedos
dándoles vuelta en la sartén, sin protección alguna. Y la echo de menos.
quinta-feira, 2 de fevereiro de 2012
¿Preocupada?
Le preocupan, sobre todo, las adolescentes. Y quiere conocer los efectos perjudiciales que puede producir esa sobredosis hormonal en un cuerpo que aun no ha terminado que madurar.
Y a mí me parece bien que investiguen. Es más, me parece lo deseable y lo que se debería hacer siempre. Pero me extraña que no le preocupen, también, los efectos perjudiciales que puede tener un embarazo (no deseado) en ese mismo cuerpo inmaduro. En ese cuerpo y en esa mente.
terça-feira, 24 de janeiro de 2012
El bisnieto de abuelo Manolo
- ¿A que no sabes quién hizo esa casa?
- No. ¿Quién?
- Tu bisabuelo: abuelo Manolo.
- ¿Sí? ¿Y dónde está? ¿Ya se murió?
- Sí, se murió hace años, antes de que tú nacieras.
Íbamos caminando. Se paró y se echó a llorar.
- Me da mucha pena que se haya muerto mi bisabuelo.
Genética no tiene pero no podía tener un alma más gallega.
- No. ¿Quién?
- Tu bisabuelo: abuelo Manolo.
- ¿Sí? ¿Y dónde está? ¿Ya se murió?
- Sí, se murió hace años, antes de que tú nacieras.
Íbamos caminando. Se paró y se echó a llorar.
- Me da mucha pena que se haya muerto mi bisabuelo.
Genética no tiene pero no podía tener un alma más gallega.
terça-feira, 17 de janeiro de 2012
quinta-feira, 5 de janeiro de 2012
Día de Reyes
Un año más, mañana iremos a casa de M y C a celebrar el día de Reyes. Lo hago desde hace 11 años, desde el año en el que nació X (el sobrino que más he disfrutado, el que me hizo plantearme que quería tener hijos y cuestionarme si sería capaz de quererlos más que a él).
He ido a esa casa cada día de Reyes desde el año 2001; soltera, casada, divorciada, madre, sola, con pareja...
Recogeré a Cibrán temprano en casa de su padre y, junto con F, iremos a recibir a los Reyes en el salón repleto de juguetes y regalos. Desayunaremos chocolate con churros, nos atiborraremos de gominolas, veremos la actuación que las niñas nos tienen preparada, lucharemos por la victoria en el concurso de montaditos (me juego el cuello a que este año también lo gana V) y pasaremos la tarde entre cartas y pictionary.
¡Feliz día de Reyes!
He ido a esa casa cada día de Reyes desde el año 2001; soltera, casada, divorciada, madre, sola, con pareja...
Recogeré a Cibrán temprano en casa de su padre y, junto con F, iremos a recibir a los Reyes en el salón repleto de juguetes y regalos. Desayunaremos chocolate con churros, nos atiborraremos de gominolas, veremos la actuación que las niñas nos tienen preparada, lucharemos por la victoria en el concurso de montaditos (me juego el cuello a que este año también lo gana V) y pasaremos la tarde entre cartas y pictionary.
¡Feliz día de Reyes!