Vamos, que nos gustaría serlo, quiero decir.
El
Iker este es el novio que cualquier madre desearía para su hija, ¿no?
Tan guapo, con esa carita de buen chico, si tuviese una hija me gustaría tenerlo como yerno.
Yo, que de fútbol no entiendo ni jota, me he quedado la mar de contenta con este mundial. He visto todos los partidos que ha ganado la selección (anda, coño! a ver si va a ser por eso que perdieron el primero, porque yo no lo estaba viendo?) me he puesto nerviosísima, me lo he pasado muy bien y además de que he descubierto a un montón de jugadores desconocidos para mí hasta el momento, me ha servido para re-conocerme mejor.
1º. Mi edad: cuando todos los miembros de la selección son menores que mi hermano pequeño, no me queda más remedio que reconocer que lo de "joven" ya está empezando a dejar de identificarme.
2º. Mis gustos: me gustan los hombres jóvenes, lo reconozco. Quitando a
Piqué, que para mí es el más guapo, mi preferido es
Torres. ¿Por qué? Pues porque tiene cara de adolescente. Me encanta.
3º. La necesidad inminente de envainármela: me ha salido un hijo futbolero y españolista, (conociendo mi ideología y después de todo lo que he despotricado yo sobre el fútbol). Y, por el momento, no he hecho nada para evitarlo, más bien todo lo contrario (hasta me puse una camiseta roja, ayer). Me sorprende la capacidad de adaptación que puede llegar a tener el ser humano.
(A mi hijo, que tiene 3 años, le permití bañarse en la piscina, junto a sus primos, para celebrar la victoria. Pues eso, que manda carallo.)